
¡Última newsletter por unas semanas! A partir del próximo lunes, me estaré tomando unas vacaciones de este blog. No sólo para descansar mi cabeza (y ojos y dedos) sino que también como una oportunidad de reflexionar en torno a esta comunidad que ha crecido bastante desde que empecé – y hasta experimentó el impacto de una inesperada pandemia global. Quiero poder pensar con calma en porqué seguir (o no) haciendo esto, a qué apunto, qué quiero lograr, y sobre todo, cómo quiero hacerlo (hemos estado pensando mucho en los «cómo» de la vida por acá). Un detenerse para avanzar.
Hasta unas semanas más, entonces, les dejo algunas cositas para leer, escuchar y disfrutar:
uno/ la mejor historia de amor que leer este año. si necesitan algo para subirles el ánimo, este es un click obligado. y si les interesa el matrimonio (como sabemos, algo bastante distinto del amor, aunque a veces ambos calzan), un análisis de la fascinante industria del “sí, acepto”.
dos/ sobre el ataque al Capitolio gringo (y que también aplica a las marchas del «rechazo»): el privilegio de que no te tomen en serio. También la newsletter de Michael Sacasas (cuyo último envío trata sobre los eventos en el Capitolio gringo) ha sido invaluable para leer e informarme (y pensar sobre) los efectos de las redes sociales: como impactan en la forma en que nos pensamos, nos comunicamos, cómo hacemos sentido de nuestro contexto y nuestra confianza en las «viejas» instituciones. Comparte artículos largos y profundos, pero escritos para un público no experto (como yo), que llegan cada 2 o 3 semanas. Les prometo que cada una es un regalo.
tres/ esta excelente columna de la siempre excelente Paula Escobar analiza con mucha claridad y agudeza los discursos en torno a la candidatura de Paula Narváez. Otra lectura obligada.
cuatro/ algunas lecturas feministas imposiblemente más recomendadas: el impacto de tener hijes para las artistas mujeres (leer leer leer); la misoginia del Síndrome de Estocolmo (dato freak); los problemas del feminismo blanco («lean-in», «she-e-o», «girlboss» y esas cosas corporativas); y sobre porqué las mujeres de alto rendimiento gustan de aparentar que su vida es un caos. Esta última me resonó fuerte: vi mucho de eso en derecho (“no estudie nada» «el 7 fue suerte” “te juro que tengo la cagá” cosas así). Mujeres, como dice el artículo, que proyectan una imagen de ser «atractivas y exitosas, típicamente en un campo creativo, pero lo suficientemente torpes como para ser «simpáticas» (es decir, «no amenazantes»)«.
cinco/ por otro lado, Sianne Ngai es una academica estudiando conceptos como “lo tierno” “lo intereante” o “lo alocado” (zany) y su relación con el capitalismo tardío – y ha sido distinguida como “la nueva Adorno”. Sus conceptos han sido convertidos en danza e incluso un proyecto arquitectónico para el MOMA PS1.
seis/ y por otro lado más, la semana pasada publiqué sobre Nubelab y la educación del futuro en Artishock. Pase a leer.
siete/ Revista Endémico siempre tiene algo interesante para leer, como este artículo sobre «áreas protegidas sin protección» en Chile. Y también convocatorias: una para diseñar la portada de una constitución ecológica; y otra de artículos con perspectivas, diálogos y cruces multi-especies para ser publicados en su próxima edición impresa (pagado!).
ocho/ ya preparandome para empezar mis vacaciones: ¿qué necesitamos hacer para separarnos de nuestros celulares?
nueve/ para leer: he estado ojeando junto al río los poemas de Cecilia Vicuña (específicamente, su última antología «Cruz del Sur») y Daniela Catrileo (específicamente, su no-tan-nuevo pero sí excelente libro «Piñén»).
diez/ dibujar para entender.
Gracias a todes por leer. Esta newsletter es gratis pero no barata. Para apoyar, compártela con alguien que conozcas, o suscríbete (el botón está al pie de la página). Y como siempre, un poema nunca está de más:
«No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
–y tres o cuatro ríos.«
—José Emilio Pacheco, «Alta Traición»