Hola, ¿como estás? Bienvenidos a la newsletter de esta semana. Aquí les dejo unos links para llenar sus pestañas de internet:
uno/ cómo escribir y cómo escribir un libro. Todavía pueden participar en el Slam de poesía de Endémico.
dos/ para los fanáticos de la arquitectura, un sitio con selecciones diarias de maquetas, escritos, dibujo y la newsletter de la revista Ignant.
tres/ para los fanáticos del diseño, los ganadores de la competencia de diseño A’ Design; y cómo diseñar aviones de papel.
cuatro/ los arquitectos ya se están preguntando ¿cómo serán las ciudades post-cuarentena? ¿en qué espacios viviremos y trabajaremos?
cinco/ fotografía cuarentenosa: una serie pre-covid pero que evoca el silencioso Nueva York este año; el desarrollo inmobiliario de Irán; plazas de juegos abandonadas; y la melancolía de la suburbia de Las Vegas.
seis/ hablando de paredes: los muros hablan y también celebran a la primera línea de salud en estos meses de corona. ¿Saben de algún muro similar en Chile?
siete/ lecturas cuarentenosas: Juan Villorio, periodista y cuenta cuentos, y Inquemag, revista literaria que tendrá diez volúmenes en diez años. Hablando de buscar prácticas más lentas y desaceleradas…
ocho/ ahora que estoy con menos trabajo (Junio terminó recién esta semana para mí) estoy lista para volver a escuchar podcasts. El primero en mi lista es «you are wrong about» y ya que terminamos Dark quizás le de una oportunidad a la nueva serie La Jauría. Y con Femcine por primera vez en Chile, tengo para entretenerme un buen rato.
nueve/ adiós Ennio Morricone.
diez/ 10 años de aprendizaje sobre la creatividad.
Gracias a todes por leer. Esta newsletter es gratis pero no barata. Para apoyar, compártela con alguien que conozcas, o suscríbete (el botón está al pie de la página). Y un poema nunca está de más:
Confianza en el anteojo, no en el ojo;
en la escalera, nunca en el peldaño;
en el ala, no en el ave
y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo.
Confianza en la maldad, no en el malvado;
en el vaso, mas nunca en el licor;
en el cadáver, no en el hombre
y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo.
Confianza en muchos, pero ya no en uno;
en el cauce, jamás en la corriente;
en los calzones, no en las piernas
y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo.
Confianza en la ventana, no en la puerta;
en la madre, mas no en los nueve meses;
en el destino, no en el dado de oro,
y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo.
-César Vallejo